El noventa por
ciento de los diálogos habituales que mantenemos son totalmente inútiles y
suponen una transferencia de información nula, bien porque lo expresado no aporta nada nuevo o bien porque la mayoría de las veces
no nos interesan lo más mínimo. Hablamos de cosas que ya sabe nuestro interlocutor
o de cosas personales que nada le importan. ¿Lo habéis analizado alguna vez?
Solemos tener problemas de verborrea, y buscamos a algún pardillo al que le
cueste decirnos que no.
Hacia delante,
hacia el fin, el camino siempre será un ilusión, un pensamiento divino, un
universo preparado, una dulce duda.
Hacia atrás, recordando, se interpreta toda
una vida en un segundo de emoción, dando un valor eterno a la posibilidad de pensar en lo que fue, sin creer en lo que es.
Por Cástor y Pólux.
No hay comentarios :
Publicar un comentario