No somos el centro del mundo, por muy convencidos que estemos de ello. Nuestros males son nuestros, y por ello los más importantes pues son lo que hemos de afrontar, pero el sean los más importantes no los hacen los peores, confusión muy común.
Siempre, por muy mal que estemos, se puede estar peor, aunque haya quien se ofenda ante esa aseveración al interpretarla como una forma de quitarle importancia a su mal. Tal es el convencimiento de que lo que nos sucede es lo más importante (que somos el centro del mundo).
No somos nada a pesar de creernos todo.
Por Pólux.
No hay comentarios :
Publicar un comentario