En ocasiones dan ganas de tirar la toalla. Hablan de reponerse y levantarse todas las veces que sean necesarias. Proyectos, deseos, empeños, necesidades ... La perseverancia es una opción, no siempre la mejor aunque así nos la vendan. Pero, ¿y con la vida?, ¿qué sucede cuando dan ganas de tirar la toalla de la vida? Pues que acabamos viviendo por inercia, por puro instinto de supervivencia.
Vivir cansa, y cansa mucho. No digamos ya como será para el desfavorecido. Y cansa por las dificultades inherente al modelo social y relacional que nos hemos establecido (o tal vez impuesto) y por causas inherentes a la propia vida, como su difícil comprensión y la ignorancia a la que nos somete nuestra necesidad mental de conocer. Estamos tan determinados genéticamente como cualquier otro animal, pero con la perversa capacidad de ser conscientes de ello.
Vivir cansa, y cansa mucho. ¿Qué hacer? Si no somos capaces de otra cosa, lo que ni siquiera sé si es posible, seguir viviendo con nuestra "bendita" rutina. Algo bueno debía tener la rutina, ayudarnos a sobrellevar lo que parece imposible de sobrellevar.
Por Pólux.
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