CÓMO SER DIFERENTE CON LA MODA.

Nos gusta ser y sentirnos diferentes y originales.

Una forma de ser diferente es perseguir un objetivo o confirmar un comportamiento aún cuando no sean acordes con lo comúnmente aceptado (lo que habitualmente llamamos ir contracorriente). Pero para hacer eso se ha de tener mucha fortaleza interior, una fortaleza que normalmente no tenemos.

Las modas facilitan esa necesidad psicológica de ser diferente, de creer que en algún momento de nuestra vida hemos ido contra corriente, pues al haber otras personas que hacen ese mismo algo diferente, se siente uno amparado por un grupo al que percibe que pertenece y que entiende esa forma diferente de hacer. Al no sentirnos solos es más fácil hacer lo diferente.

Se identifica una moda con mostrar una determinada forma de ser (lo que vanalmente llamamos "look", y digo vanalmente por el uso innecesario del extranjerismo). La moda es apariencia, y eso parece ser lo único a tener en cuenta, por encima del interior que es lo realmente importante. Pero claro, como dice el refrán, "no sólo hay que ser decente, hay que parecerlo". La presión social es tan fuerte que sólo nos importa la apariencia, pues con ella obtenemos todo lo necesario, es decir, el reconocimiento y la admiración de los demás, el sentirnos diferentes y originales, etc.

En realidad esa forma de ser diferente a través de la moda no es original ni es una forma de se diferente, pues no es más que hacer lo que hacen otros, sólo que con la apariencia de ser único y auténtico. Con ello es suficiente desde luego, como antes he dicho. Pero la persona verdaderamente diferente lo es en la soledad interior de esa diferencia, en la soledad de lo que le hace ser único, y ahí no hay más a lo que asirse que a uno mismo, y sólo la fortaleza interior determinará quien es capaz de hacerlo. Esto, claro, no se ve, y por tanto es como si no existiera. Pero importarle ello a quien se fortalece interiormente en su diferencia, en contra de la opinión de los demás.

Por ello, el más débil de espíritu recurre a la aceptación de los demás a través de la apariencia, en el caso que tratamos a través de la moda. Y esto es normal y nada de recriminable tiene, pues lo normal y mayoritario no es la fortaleza de espíritu, sino la debilidad de ese etéreo órgano. Y por esa razón hemos de darle su importancia en la profilaxis psicológica a la moda, aunque ésta no sea más que un sucedáneo para sentirnos diferentes. Todos no podemos ser especialmente diferentes y originales (tema distinto es el de que, como persona, cada uno es diferente a los demás), aunque necesitemos sentirnos así. También la fortaleza interior y de espíritu sirve para entender y aceptar nuestra propia normalidad, sin tener que recurrir a la moda o cosas por el estilo. Pero que cada uno actúe como pueda o como considere mejor.

Que tengáis una buena semana de trabajo o de vacaciones.

Por Pólux.