Bienvenidos a Obtentalia.
Este largo fin de semana (el lunes es puente) también estarán realizadas por Hermes las fotografías que exhibiremos en la cabecera de este blog. Estamos seguros de que os gustarán.
Este largo fin de semana (el lunes es puente) también estarán realizadas por Hermes las fotografías que exhibiremos en la cabecera de este blog. Estamos seguros de que os gustarán.
Mañana domingo publicaremos un nuevo artículo de nuestro colaborador Hermes. Sensibilizado con temas sociales, como ya nos ha demostrado en varias artículos, en esta ocasión nos hablará sobre la desafortunada muerte de un ultra del Deportivo de La Coruña en su enfrentamiento con radicales del Frente Atlético. Un hecho deplorable debido a una actitud deplorable de los implicados.
En su artículo, titulado "¿ULTRAS Y RADICALES VIOLENTOS EN EL FÚTBOL?; NO GRACIAS", nos da su opinión y su punto de vista sobre el tema y sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad para anticiparse a este tipo de sucesos violentos que se acaban repitiendo en el tiempo, con ese estilo claro y ameno al que nos tiene acostumbrados.
Se acercan las navidades (¿o nosotros nos acercamos a ellas?). Ya se encarga de recordárnoslo la publicidad, que hace ya algunas semanas que ha comenzado su campaña. Tal vez adelantándola consigan los empresarios vender más, que es al fin y al cabo de lo que se trata.
Porque nuestra sociedad de consumo y de bienestar no se basa en ideales de ningún tipo, ni religiosos ni políticos ni sentimentales. Se basa en el más puro y descarnado materialismo. Sí, hay excepciones, y tal vez muchas, y buenos sentimientos, pero lo que mueve nuestra sociedad desde sus cimientos es el materialismo. Simplemente somos así. Lo malo no es serlo, lo malo es no querer reconocerlo y engañarnos con ideas de solidaridad que acaban allá donde peligran nuestras posesiones materiales.
Se acercan las navidades (¿o nosotros nos acercamos a ellas?). Ya se encarga de recordárnoslo la publicidad, que hace ya algunas semanas que ha comenzado su campaña. Tal vez adelantándola consigan los empresarios vender más, que es al fin y al cabo de lo que se trata.
Porque nuestra sociedad de consumo y de bienestar no se basa en ideales de ningún tipo, ni religiosos ni políticos ni sentimentales. Se basa en el más puro y descarnado materialismo. Sí, hay excepciones, y tal vez muchas, y buenos sentimientos, pero lo que mueve nuestra sociedad desde sus cimientos es el materialismo. Simplemente somos así. Lo malo no es serlo, lo malo es no querer reconocerlo y engañarnos con ideas de solidaridad que acaban allá donde peligran nuestras posesiones materiales.
Por Pólux.
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