¿Dónde estamos?, ¿por qué? La autoconsciencia nos define diferentes al resto de animales y objetos de la naturaleza, o mejor dicho, del cosmos que conocemos o creemos conocer.
Como hecho diferenciado debe tener una causa diferenciadora, o al menos eso parecen indicar la lógica y la intuición. Pero éstas son construcciones mentales propias de la condición humana, por tanto no pueden ser punto de referencia para una teoría de la causa diferenciadora, pues nos posicionamos desde la perspectiva humana.
Finalmente nos quedamos sin referencias, pues sólo cabrían aceptar las de un Dios-causa externo a nosotros, y éstas no están apoyadas más que en el ejercicio mental de aceptarlas o necesitarlas, volviendo con ello a una referencia que dimana de una construcción mental, y por tanto ya posicionada en lo humano.
La ciencia, a pesar de ser una construcción humana, contrasta los hechos con una realidad aparentemente objetiva, por cuanto pueden controlarse y medirse sus variables, dando valores útiles para influir y modificar esa realidad. Pero la capacidad mental tiene una finalidad distinta, la de posibilitarnos actuar en la forma subjetiva en que nos relacionarnos con el mundo, con la ventaja adaptativa que ello supone, y su herramienta de conocimiento de la realidad es la ciencia, su forma de modificarla la técnica.
Conocimiento de mundo:
Autoconsciencia - ciencia - realidad
Modificación del mundo:
Mente (autoconscienca) - Ciencia - Técnica - Realidad
Todo conocimiento fuera de esas premisas es suposición (a veces la suposición y la intuición pueden ser fuente de conocimiento, pero no de una forma sistemática como la ciencia).
Conocimiento de mundo:
Autoconsciencia - ciencia - realidad
Modificación del mundo:
Mente (autoconscienca) - Ciencia - Técnica - Realidad
Todo conocimiento fuera de esas premisas es suposición (a veces la suposición y la intuición pueden ser fuente de conocimiento, pero no de una forma sistemática como la ciencia).
Por Cástor y Pólux.
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