Hace tiempo que repudiamos la añoranza, el recuerdo apenado de la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo.
El pasado es un lastre inservible, una molesta carga que nos frena. Por eso queremos convertir rápidamente el pasado en olvido, para aliviar la carga.
Del pasado nada retorna, pero en el momento en el que fue presente nos alimentó. Una vez aprendida la enseñanza de algo, ese algo deviene pasado y la enseñanza devine parte del acervo de conocimientos que nos ayudan a actuar en el presente.
Por Cástor y Pólux.
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