Buen domingo.
Tras esta entrada tenéis hoy una nueva historia breve de Helenita, la entrañable niña-joven de la que nos habla últimamente Helena de Troya. La de hoy se titula "La novia de don Antonio". ¿Recordáis un de sus historia donde hablaba de su confesor y como este se lo pasaba "pipa" escuchando sus problemas? Pues ese confesor es el mismo don Antonio de la historia de hoy. Hoy don Antonio habla de su novia y ..., bueno vamos mejor a leerlo. También podéis acceder a él desde "Últimos contenidos", en el lateral izquierdo, desde la página "Las fábulas de Helena de Troya", también en el lateral izquierdo, o pulsando sobre el siguiente enlace: "La novia de don Antonio".
Nuestra fotografía de hoy, de gran belleza y sensibilidad, nos la envió su autor José Manuel Peña. Nos gustan, y son preferenciales en Obtentalia, las fotos de la naturaleza, especialmente del mar, de la costa y del cielo. Y como en el caso de hoy, nos gusta la "perspectiva humana" que introduce el hecho de que, junto a lo puramente natural, aparezca algo artificial, el recordatorio de la influencia en esa naturaleza de la mano del hombre. No se trata de una combinación perfecta sino real, porque por encima de la naturaleza y los requerimientos de ésta, el hombre hace o crea lo que ante todo es necesario para él. Y eso recoge la fotografía de hoy, la realidad de que una antena de televisión se colocará allá donde sea necesario para ver la televisión, que es su razón de ser, sin tener el cuenta el impacto que ello pueda suponer en el entorno, en este caso evitar ver una puesta de sol totalmente natural. Y es que así es nuestra naturaleza humana por más que luego queramos sentirnos partícipes de la romántica, idílica y utópica idea de que hay que ser cuidadosos con el medio ambiente. Hemos de intentar ser coherentes, y para nada estamos criticando la interferencia que hacemos todos los días en la naturaleza, tan sólo decimos que resulta poco creíble que luego, al grito de "¡salvemos la naturaleza!" todos somos solidarios y los primeros en acudir o sentirnos identificados. El movimiento se demuestra andando y las ideas se demuestran con hechos, y éstos son el uso indiscriminado de jabones, potingues, detergentes, tetrabriks, plásticos, papeles, aceites, basura electrónica, envoltorios y un largo etcétera, la mayoría de los cuales responden sólo a una cuestión de marqueting y necesaria productividad para mantener un estilo de vida. Esa es la realidad porque los hechos lo corroboran. Después nuestros deseos o intenciones serán las que sean.
Y como nuestra de todo ello nos gusta especialmente este tipo de fotografías, porque muestran la naturaleza junto a otra realidad, la humana, que en sentido estricto también es natural, dado que al fin y al cabo los humanos somos animales surgidos del mismo entorno natural y bajo los mismos condicionantes que todos los demás, y por tanto nuestras manifestaciones son también naturales (al menos en este sentido), aunque vayan en contra de otras manifestaciones naturales. Así como muchos animales se comen a otros, pudiendo incluso darse la extinción de especies por ese motivo, el hombre también se los come, sólo que su potencial le permite ir un poco más allá, un poco más allá que muchas veces no es muy racional por cuanto le perjudica, y es que el hombre, precisamente por ser racional, es el único animal que puede actuar de forma irracional.
Que paséis un buen domingo y hasta mañana lunes, fatídico pero inevitable día. A ver que hacemos para sobrellevarlo.
Por Cástor y Pólux.
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