Bienvenido querido internauta. Hoy nos fijaremos especialmente en la fotografía de cabecera de nuestro blog, que reproducimos aquí también.
El colorido y la textura de la fotografía le dan un aspecto irreal al paisaje, como si se tratara de un lugar "inventado" a partir de elementos conocidos. Pero no es así. De hecho hay dos detalles que hacen reconocible el lugar, por supuesto en la costa onubense, no muy lejos de donde está situada nuestra atalaya. Como podéis deducir, nuestras vistas son inmejorables, todo un relax para el cuerpo y el espíritu.
Uno de los detalles que identifican la fotografía está situado en la playa, frente al acantilado, y le da nombre al lugar. El otro detalle está justo sobre el acantilado, recortándose sobre el cielo de tonos violetas.
El ser humano, en su doble aspecto, nunca contradictorio, de acercamiento y sincronía con la naturaleza por un lado, y de creación simbólica de un mundo distinto de esa naturaleza por otro, siente una atracción y comunión irrefrenable ante paisajes como el de la foto, que inducen sentimientos de libertad, a la vez que se identifica con los símbolos y manifestaciones humanas que parecen forma parte del "mobiliario" natural, lo que reafirma su ser individual y a la vez de pertenencia a un grupo diferente a la naturaleza que observa.
En nuestro caso, el aspecto humano contrapuesto a la identificación contemplativa del paisaje, está representado por nuestra atalaya, símbolo de la reflexión y el pensamiento que nos hace humanos. Cada uno de nosotros tiene su atalaya, más o menos definida, pero tiene su atalaya ...
Como cada sábado os dejamos nuevas sugerencias, a las que podéis acceder desde el panel izquierdo.
Os esperamos de nuevo mañana aquí en Obtentalia.
Por Cástor y Pólux.
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