Cuando el ánimo está decaído y triste se tiende a ver todo bajo un prisma negativo, lo que conduce a un reforzamiento del decaimiento y la tristeza. Creamos un sistema negativo autorreforzado del que no es fácil salir.
El verdadero problema aparece cuanto uno, fruto de su propia situación, no quiere salir de ella. Lo negativo llama lo negativo.
El sentimiento negativo es muy radical, suele serlo más que el sentido positivo, tanto que polariza cualquier visión de la realidad, hasta el extremo de la ceguera.
Por Cástor y Pólux.
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