Buen domingo. Hoy tenemos una introducción algo más "densa" que de costumbre. Esperamos que no os canséis y lleguéis hasta el final. Primero haremos una reflexión, hablaremos después de Orfeo y una canción y de vuestros mensajes en nuestro correo , para finalizar con un vídeo que nos ha dejado nuestra amiga María. Y alguna que otra indicación sobre el blog. Empecemos pues.
Hay desarrollos tecnológicos y descubrimientos científicos que revolucionarán el conocimiento y la vida misma tal como la entendemos hoy, si es que la fragilidad del sistema económico y social que hemos creado y del que será heredera esa época futura lo permite.
Hay desarrollos tecnológicos y descubrimientos científicos que revolucionarán el conocimiento y la vida misma tal como la entendemos hoy, si es que la fragilidad del sistema económico y social que hemos creado y del que será heredera esa época futura lo permite.
Tal vez los cambios futuros atañan también a ese frágil sistema de forma positiva. Así nos gusta creerlo en aras a ese desarrollo. El retroceso que vivimos hoy con la crisis que nos azota no es más que un aviso de esa fragilidad, de que algo habría de cambiar sustancialmente, aunque asistimos desesperanzados a un continuismo radical del sistema, por muchos retoques y enmiendas que se hagan. También hemos de reconocer que es difícil establecer en qué debieran consistir esos cambios sustanciales, cuánto más llevarlos a cabo o incluso aceptarlos.
Si el cambio tecnológico y científico camina por terreno firme, pues su avance es, a priori, positivo, el cambio del sistema social y económico se define en un escenario por naturaleza conflictivo y difícil de prever. Cierto es que el desarrollo retorna en bienestar social, lo que suavizaría la conflictividad, pero no sabemos el alcance ni la fortaleza del equilibrio que ese retorno sustenta, por lo que no es algo en lo que se pueda confiar.
¡Cuánto nos gustaría poder ver, aunque fuera un instante, la vida tal como será dentro de mil o dos mil años! ¿Qué cambios esenciales tendrán lugar? Sistemas de computación cuánticos capaces de abordar tareas hoy inimaginables, descubrimientos en cosmología y astronomía que abrirán el camino a la conquista del Sistema Solar y los viajes interestelares, manipulación genética humana a la carta, desentrañamiento de las bases biológicas del pensamiento humano, aplicaciones basadas en propiedades de las partículas atómicas y subatómicas, desarrollo biogenético para el control de enfermedades ... Ya veis, elucubrando al más puro estilo verniano, aunque estamos seguros de que Julio Verne tenía más intuición que nosotros.
Todo queda en un anhelo, en un deseo, pues las leyes de la vida y del tiempo nos impedirán echar esa mirada al futuro. Tal vez algún día el mismo desarrollo científico y tecnológico lo permita, pero ese día no lo viviremos.
Así que dejemos el futuro y volvamos a nuestro presente, Obtentalia.
Ayer dejamos un tema pendiente, del que dijimos que hoy hablaríamos más. Se trata de la música de Orfeo. Estos días hace un año que nos planteábamos tener una sintonía musical en Obtentalia (ver la introducción "La sintonía de Obtentalia y Orfeo", a la que ayer enlazábamos en el título "Hace un año ..."). Entonces le propusimos a Orfeo que compusiera una. Orfeo compuso una canción instrumental de algo más de 8 minutos, aunque sólo presentó como sintonía el fragmento final de poco más de 3 minutos. Os pedimos que dierais vuestra opinión, pero dado que no hubo mucha participación optamos por poner otros fragmentos musicales de Orfeo. No recordamos bien qué fragmento gustó más, pero al final no hubo un consenso claro y dejamos la idea aparcada.
Pero a nosotros, particularmente nos gustó mucho la canción que compuso Orfeo para Obtentalia, porque nos pareció que de alguna forma recogía el sentir que queremos transmitir con Obtentalia, donde las ideas fluyen libre y respetuosamente, ajenas a proselitismos y radicalismos que tanto desprestigian la razón, lejos de la manipulación propia del discurso político y social que hoy vemos y escuchamos con tanta normalidad en la televisión o en la radio, distantes del mal gusto del insulto y la descalificación. Así fluye la canción de Orfeo, como una historia, o más bien como un conjunto de historias que se solapan para dar una idea de conjunto unitaria, una idea final. Y cada historia un sentimiento, una emoción engarzada grácilmente a la idea final.
Se introduce suavemente un sonido de instrumentos de cuerda (violín, viola y contrabajo) que son la base de toda la canción, para en los últimos minutos introducir un percusión que le da un carácter de avance, de fuerza, de ir siempre hacia adelante.
Como podéis ver la canción nos encantó. Evidentemente para muchos de vosotros es posible que escucharla no signifique tanto, o nada, o signifique más aún, porque la emoción que transmite la música es muy personal. Le propusimos a Orfeo que la pusiéramos en Obtentalia, pero se mostraba algo reacio, tal vez por el carácter personal e íntimo que le imprimió al componerla, y posiblemente también porque la compuso para Obtentalia y finalmente no quedó como sintonía. Y dejamos de insistirle.
Con el tiempo hemos desistido de tener una sintonía, pues la idea era que sonara al abrir la página del blog, pero aunque parezca una buena idea, también tiene sus inconvenientes, que acabaron teniendo más peso a la hora de decidir.
Hace unas semanas volvimos con el tema a Orfeo, para que nos dejara poner la canción entera en Obtentalia. Esta vez no se resistió tanto, hasta que finalmente ha accedido. Y ese es el contenido especial que os traemos hoy, y que tenéis tras esta entrada y en su página "La música de Orfeo", además de los enlaces habituales. Se titula, como no, "Obtentalia". Así que nuestro blog, el vuestro, definitivamente tiene canción. Sólo os pedimos que la escuchéis sin prisas, con auriculares, y un par de veces, si no, no lo hagáis, esperad a mejor ocasión o leed algún otro artículo. Después del interés que se tomó Orfeo en componerla creemos que lo menos que podemos hacer es escucharla con ese mismo interés o no hacerlo. Esperamos que os deleite como a nosotros. Y una curiosidad, si bien la canción es instrumental, al final se escuchan unas voces (sin palabras), una femenina y otra masculina, que corresponden a dos colaboradores de Obtentalia.
Os recordamos que ayer publicamos un artículo de Pólux, titulado "Órdenes demasiado literales". Llevaba Pólux varias semanas sin publicar nada, así que nos alegramos de su reincorporación. Echadle un vistazo y a ver que os parecen los cuatro casos verídicos que cuenta. Como él dice, "no están basados en hechos reales, son hechos reales". Podéis acceder a él desde "Últimos contenidos" o desde su página, además de ir a la entrada directamente, que no está lejos.
Hoy hemos dejado nuevas sugerencias y hemos actualizado el título "Hace un año ..." También os recordamos que seguiremos con vosotros durante toda la semana con las introducciones diarias.
Y hablando de introducciones, os recordamos las ideas de las que hablamos en las introducciones de esta semana que acaba. El lunes hablamos de las dificultades que tuvimos el domingo pasado para sacar adelante el blog, el martes sobre el reconocimiento en el trabajo o la confrontación como forma del empresario para rentabilizar el trabajo, el miércoles sobre las emociones y lo que puede significar para cada uno, el jueves nos preguntamos ¿cómo es la realidad?, ¿es como la vemos o no?, y el viernes del carácter y la posibilidad de cambio en la persona. Un poco de todo. Las podéis ver fácilmente moviendo la rueda del ratón y desplazándoos hacia abajo.
Hemos recibido algunos comentarios, la mayoría de ánimo, en el correo de Obtentalia (grupo_obtentalia@obtentalia.com), por los que os queremos dar las gracias. También hemos recibido un vídeo, enviado por nuestra amiga María, que ya nos envió otro la semana pasada, y a quien le damos las gracias por pensar en Obtentalia. Os dejamos con ese vídeo, "Planeta Tierra", un resumen de algo más de 13 minutos del famoso documental de la BBC que seguro muchos de vosotros habréis visto. Merece la pena volverlo a ver, y si es la primera vez, más aún (sentimos que la ventana del vídeo se desplace demasiado a la derecha y tape algo el contenido lateral, problemas de última hora que nos nos ha dado tiempo a resolver).
Así que dejemos el futuro y volvamos a nuestro presente, Obtentalia.
Ayer dejamos un tema pendiente, del que dijimos que hoy hablaríamos más. Se trata de la música de Orfeo. Estos días hace un año que nos planteábamos tener una sintonía musical en Obtentalia (ver la introducción "La sintonía de Obtentalia y Orfeo", a la que ayer enlazábamos en el título "Hace un año ..."). Entonces le propusimos a Orfeo que compusiera una. Orfeo compuso una canción instrumental de algo más de 8 minutos, aunque sólo presentó como sintonía el fragmento final de poco más de 3 minutos. Os pedimos que dierais vuestra opinión, pero dado que no hubo mucha participación optamos por poner otros fragmentos musicales de Orfeo. No recordamos bien qué fragmento gustó más, pero al final no hubo un consenso claro y dejamos la idea aparcada.
Pero a nosotros, particularmente nos gustó mucho la canción que compuso Orfeo para Obtentalia, porque nos pareció que de alguna forma recogía el sentir que queremos transmitir con Obtentalia, donde las ideas fluyen libre y respetuosamente, ajenas a proselitismos y radicalismos que tanto desprestigian la razón, lejos de la manipulación propia del discurso político y social que hoy vemos y escuchamos con tanta normalidad en la televisión o en la radio, distantes del mal gusto del insulto y la descalificación. Así fluye la canción de Orfeo, como una historia, o más bien como un conjunto de historias que se solapan para dar una idea de conjunto unitaria, una idea final. Y cada historia un sentimiento, una emoción engarzada grácilmente a la idea final.
Se introduce suavemente un sonido de instrumentos de cuerda (violín, viola y contrabajo) que son la base de toda la canción, para en los últimos minutos introducir un percusión que le da un carácter de avance, de fuerza, de ir siempre hacia adelante.
Como podéis ver la canción nos encantó. Evidentemente para muchos de vosotros es posible que escucharla no signifique tanto, o nada, o signifique más aún, porque la emoción que transmite la música es muy personal. Le propusimos a Orfeo que la pusiéramos en Obtentalia, pero se mostraba algo reacio, tal vez por el carácter personal e íntimo que le imprimió al componerla, y posiblemente también porque la compuso para Obtentalia y finalmente no quedó como sintonía. Y dejamos de insistirle.
Con el tiempo hemos desistido de tener una sintonía, pues la idea era que sonara al abrir la página del blog, pero aunque parezca una buena idea, también tiene sus inconvenientes, que acabaron teniendo más peso a la hora de decidir.
Hace unas semanas volvimos con el tema a Orfeo, para que nos dejara poner la canción entera en Obtentalia. Esta vez no se resistió tanto, hasta que finalmente ha accedido. Y ese es el contenido especial que os traemos hoy, y que tenéis tras esta entrada y en su página "La música de Orfeo", además de los enlaces habituales. Se titula, como no, "Obtentalia". Así que nuestro blog, el vuestro, definitivamente tiene canción. Sólo os pedimos que la escuchéis sin prisas, con auriculares, y un par de veces, si no, no lo hagáis, esperad a mejor ocasión o leed algún otro artículo. Después del interés que se tomó Orfeo en componerla creemos que lo menos que podemos hacer es escucharla con ese mismo interés o no hacerlo. Esperamos que os deleite como a nosotros. Y una curiosidad, si bien la canción es instrumental, al final se escuchan unas voces (sin palabras), una femenina y otra masculina, que corresponden a dos colaboradores de Obtentalia.
Os recordamos que ayer publicamos un artículo de Pólux, titulado "Órdenes demasiado literales". Llevaba Pólux varias semanas sin publicar nada, así que nos alegramos de su reincorporación. Echadle un vistazo y a ver que os parecen los cuatro casos verídicos que cuenta. Como él dice, "no están basados en hechos reales, son hechos reales". Podéis acceder a él desde "Últimos contenidos" o desde su página, además de ir a la entrada directamente, que no está lejos.
Hoy hemos dejado nuevas sugerencias y hemos actualizado el título "Hace un año ..." También os recordamos que seguiremos con vosotros durante toda la semana con las introducciones diarias.
Y hablando de introducciones, os recordamos las ideas de las que hablamos en las introducciones de esta semana que acaba. El lunes hablamos de las dificultades que tuvimos el domingo pasado para sacar adelante el blog, el martes sobre el reconocimiento en el trabajo o la confrontación como forma del empresario para rentabilizar el trabajo, el miércoles sobre las emociones y lo que puede significar para cada uno, el jueves nos preguntamos ¿cómo es la realidad?, ¿es como la vemos o no?, y el viernes del carácter y la posibilidad de cambio en la persona. Un poco de todo. Las podéis ver fácilmente moviendo la rueda del ratón y desplazándoos hacia abajo.
Hemos recibido algunos comentarios, la mayoría de ánimo, en el correo de Obtentalia (grupo_obtentalia@obtentalia.com), por los que os queremos dar las gracias. También hemos recibido un vídeo, enviado por nuestra amiga María, que ya nos envió otro la semana pasada, y a quien le damos las gracias por pensar en Obtentalia. Os dejamos con ese vídeo, "Planeta Tierra", un resumen de algo más de 13 minutos del famoso documental de la BBC que seguro muchos de vosotros habréis visto. Merece la pena volverlo a ver, y si es la primera vez, más aún (sentimos que la ventana del vídeo se desplace demasiado a la derecha y tape algo el contenido lateral, problemas de última hora que nos nos ha dado tiempo a resolver).
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