La imaginación y la fantasía son a veces la única salida que nos queda ante situaciones de insatisfacción de las que no nos podemos escapar. Podemos, eso sí, engañarnos durante un rato mientras fantaseamos y vivimos vidas o situaciones que nos gustarían o deseamos.
Luego la realidad nos impone de nuevo sus reglas y nos somete a la cárcel que estúpidamente nosotros mismos nos hemos impuesto.
Sí, existen la vacaciones, los fines de semana, el ocio ..., pequeñas islas en una mar de obligaciones y sometimientos. El problema está en que la mayoría de las veces estamos sometidos porque nosotros mismos lo consentimos, porque lo dejamos suceder.
Por Cástor y Pólux.
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