ARTÍCULO. "ARTE EN LA CALLE", por Adonis.

“Arte en la calle”

Por Adonis (07/04/2013)

Fotografía del autor.

Son artistas callejeros, estatuas de carne y hueso que se encuentran repartidas por casi todas las ciudades. Viven de las aportaciones económicas que reciben del público que los contemplan, en recompensa por la valía de este nuevo trabajo, de estos espontáneos creadores. Permanecen estáticos durante largos espacios de tiempo con atuendos casi perfectos y de gran belleza, que imitan auténticas esculturas de piedra, madera, hierro… y en muchas ocasiones hasta los podríamos confundir con verdaderos monumentos. En ciertas ocasiones realizan un leve movimiento al oír el sonido de las monedas que caen en la “cajita” que se encuentra en la base de la estatua, siendo ese instante un momento de agradecimiento del artista al observador.

No todo el público percibe de igual forma a estas figuras que nos podemos encontrar por las calles. Unos necesitan tocar al actor para saber si es humano o no, otros esperan hasta que se muevan, o los miran fijamente a los ojos para ver si pestañean, otros curiosean sobre los objetos que forman parte de la escultura y otros, los menos, pasan indiferentes.

La realidad es que transmiten tranquilidad, sosiego y relajación en medio de la vorágine de las ciudades, convirtiéndolas en escenarios improvisados llenos de músicos, pintores, actores, algunos de tan elevado nivel que podrían trabajar en otros ámbitos de mayor prestigio.

Es indiscutible que es una creación viva, que transmite, que traspasa los límites de una obra de arte, y que actúa en colaboración con el público.

Para retratar esos instantes está la fotografía callejera, una tarea que no es fácil, en la que hay que buscar el instante adecuado, acercándose lo máximo posible a la persona u objeto que vas a documentar, y esos momentos serán irrepetibles. No solo se inmortaliza un instante o una persona, sino que también se captan personalidades, naturaleza, sentidos, situaciones etc. La fotografía debe narrar una historia por si sola sin tener que añadir explicaciones ni títulos y convertirse en una especie de estampa de la sociedad.

Un buen fotógrafo callejero debe tener buen ojo para captar los detalles, luz, composición, y ser incansable para realizar miles de fotografías, no perder ni un solo momento, ser paciente y salir a la calle buscando la imagen y no disparar al azar, sino, mas bien, guiado por las sensaciones y no tanto por las reglas de una fotografía de estudio. Todo el mundo tiene una singularidad y experiencia que influirá en las fotografías que hagamos, igual que puede influir el estado de ánimo y la situación personal.

Lo mejor de la fotografía callejera es la posibilidad para la sorpresa, verás como continuamente se va enriqueciendo, así que, coge tu cámara, sal a la calle y comienza a mirar por el visor y descubrirás otro mundo.

¿Y a ti? ¿Que te despierta, que te produce, que ves en esta fotografía?

No estaría mal que me lo dijeras.

Puedes dar tu opinión técnica, comentar tus sensaciones, o simplemente si te gusta o no.