Un gesto, a veces nimio, pero no
insignificante, pues representa mucho más que el mero hecho que se realiza. Es
un símbolo que adquiere significado en relación a lo que representa, un estado
de bienestar con respecto a la situación anterior. Es como marcar la situación.
En el fondo no deja de actuar como una asociación de ideas (ponerme las
pantuflas = situación cómoda).
Así somos los humanos, complicados y elementales
a la vez. Pero creo que en el fondo, y en general, nos encanta ser como somos.
¡Qué gusto eso de sentirse la única especie
inteligente del universo!, que situación más privilegiada. Si existe o no otra
vida inteligente no lo sabemos. Así que “ojos que no ven, corazón que no
siente”, como si estuviéramos solos.
Por Cástor y Pólux.
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