¿MÚSICA EN DIRECTO O DE ESTUDIO?

¿MÚSICA EN DIRECTO O DE ESTUDIO?

Por Orfeo  (01-09-2012)

Música interpretada en directo.

En general, por parte de la crítica, de de los propios aficionados y de muchos músicos se ha alentado la idea de que la música interpretada en directo tiene un cierto valor añadido con respecto a la denominada música de estudio. Como si interpretar  música en directo tuviera una viveza y una riqueza, que no consigue la música de estudio. Aunque parezca obvio diremos que entendemos por música de estudio la interpretada valiéndose de métodos que no integran todos los sonidos a la vez como en el directo. Ello implica siempre que la música de estudio se vale de retoques e interpretaciones parciales a fin de mejorar el producto final, usando la edición como técnica de perfeccionamiento. Para los críticos puede parecer una música artificial, retocada, como si ello desmejorase en algo la obra de arte. Yo sostengo, como ya hemos expresado más de una vez en Obtentalia en palabras de Arnold Hausser, que la obra de arte subsiste con independencia de la forma en que haya sido concebida.

Estudio de grabación aficionado. Estos estudios son

cada vez más sofisticado dado el auge de programas

informáticos y complementos en cada generación más
asequibles y de mayor calidad.

El directo y el estudio son dos formas distintas y perfectamente lícitas de crear una obra. Es lógico que los gustos nutran ambas concepciones, pero no puede pedirse a una obra de arte con su propia perfección tener la perfección propia de otra obra de arte.

Quiero decir que erróneamente se comparan las dos formas de creación, cuando en sí mismas han sido concebidas de forma distinta.

No cabe ser ni mejor ni peor. Creo que a muchos de quienes leen esto les puede gustar tanto un directo, transmitiendo la fuerza de la creación en ese momento y de la interpretación, como la serena audición de una estructura de perfecta ejecución de la que vamos apreciando poco a poco cada matiz, cada insinuación musical, cada instrumento moviéndose en un estéreo sugerente como en un baile armonioso.

Ambas formas de crear producen emociones y sentimientos iguales en cuando a su esencia y origen, la música, independientemente del medio utilizado para crearla, pues cada uno de éstos muestra y pone el énfasis en distintos aspectos formales de la obra acabada.

Las clasificaciones son artificios para catalogar obras, no para medir su calidad, por eso, independientemente de cómo clasifiquemos la obra, nos podrá gustar tanto una composición musical interpretada en directo como escuchada en un disco grabado en el estudio, sin perjuicio de que nos guste y valoremos la interpretación que haga un músico con su instrumento, pero ese es ya otro tema, el de la técnica y el virtuosismo.