El color azul, aunque algo forzado, no deja dar un aspecto más sugerente a la imagen. En eso es en lo que, en el fondo, consiste el arte de la fotografía, en añadir y modificar de alguna forma, como cualquier otra manifestación de arte, aspectos de la realidad para sugerir y transmitir conceptos y emociones más allá de lo que nos produce la observación de una mera copia de la realidad. El arte es diferenciación, superación y comprensión de lo cotidiano, es la expresión y transmisión mediante distintos materiales de conceptos no expresados en sí mismo por esos materiales. El arte, por tanto, no es cualquier cosa, y para saber reconocerlo hay que saber definirlo.
Y volviendo a nuestra ola ..., para agua la playa que tenemos delante de nuestra atalaya. Desde aquí vemos pasar la vida con más claridad, lo que no significa que veamos la propia vida con más claridad, sólo su paso.
Creo que en el fondo nosotros mismos queremos convertirnos en atalaya, robusta, estática, inanimada, mirando sin mirar al mar, desgastándose a través de los milenios hasta desaparecer.
Mañana sábado y el domingo publicaremos las dos partes de un extenso artículo escrito por nuestro colaborador el Argonauta. No podéis perdéroslo. Trata sobre la lacra social que se vive en China con las niñas, desfavorecidas en muchos sentidos, desde la desprotección que les brinda el Estado para su nacimiento (multas, abortos), hasta la venta, el tráfico y la prostitución a la que son sometidas. Una realidad social dura cuya problemática desgrana con interés el Argonauta. Y con el buen hacer a que nos tiene acostumbrados repasa más ampliamente la realidad china, proponiéndonos finalmente una bibliografía complementaria.
Por Cástor y Pólux.
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