¿Por qué creemos que el azar es nuestro aliado cuando constantemente nos da muestras de lo contrario? El azar sólo es nuestra interpretación favorable o desfavorable de los hechos, pero casi creemos que tiene entidad propia cuando decimos "voy a tener buena suerte y me va a tocar la lotería, el azar va a estar de mi parte".
Es nuestra ilusión, nuestro deseo de que las cosas cambien cuando nosotros mismos no podemos hacerlas cambiarlas, lo que crea la ciega e inútil confianza que ponemos en los juegos de azar.
Anhelamos tanto una posibilidad entre millones de ellas que creemos que nos puede tocar, y de hecho puede hacerlo, pues es cierto que a alguien le toca. Lo curioso es la fe que tenemos en esa nimia y ridícula posibilidad. No tenemos fe en nuestras posibilidades, creemos harto improbable que exista Dios, que caiga un meteorito y acabe con la Tierra, que mañana tengamos una fuerte depresión y acabemos con nuestra vida, que vayamos a perder el trabajo tan seguro que tenemos, o que una suerte de malas casualidades acabe con nuestros huesos en la calle, mendigando como hemos visto a otros. Pero que nos va a tocar la lotería, eso tan poco probable como todo lo demás..., eso sí que lo creemos.
Por Cástor y Pólux.
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