YOU’LL NEVER WALK ALONE, por Hermes
Cuando en Anfield Road, el flamante estadio del Liverpool Football Club, el equipo representativo salta al terreno de juego para jugar algún encuentro futbolístico -aunque en la gran urbe marítima también existe otra magnífica y añeja entidad como el Everton F. C., equipo con el que disputa el clásico de la ciudad; el llamado derby de Merseyside, nombre del condado donde radica la villa, e institución con la que mantiene gran rivalidad histórica-, tras la protocolaria salva de aplausos de los incondicionales, se hace un silencio sepulcral para, a continuación, empezar a ser cantado por todas las gargantas que en ese momento pueblan las gradas, el himno del Club. Es un ritual antiguo que se prolonga desde los años cincuenta del pasado siglo XX, una costumbre que con el paso del tiempo se ha hecho norma, y que trae consigo que esos aficionados se conviertan en los mejores del mundo, pasando a ser por un instante trovadores de ilusiones y sentimientos, cantantes del Romanticismo y todo aquello que se propongan en apoyo de unos colores. Porque cuando los red cantan su himno el estadio entero enmudece para que el silencio se transforme de inmediato con el rugido de miles de
gargantas entonando un poético "You’ll Never Walk Alone", "Nunca caminarás solo"-, surgiendo entonces un perfecto maridaje entre afición y equipo que se sella a través de emotivas estrofas hechas canto que son, y serán siempre, santo y seña del club inglés, una institución que este año cumple precisamente 120 años de existencia. Sencillamente estremecedor, épico, romántico y mil veces emotivo. Un espectáculo que los sentidos audiovisuales captan con toda emoción el esplendor de la letra de un himno hecho canción, mientras que en las gradas la hinchada vestida de rojo, el color del Liverpool, enarbola al viento sus banderas y distintivos granas.
gargantas entonando un poético "You’ll Never Walk Alone", "Nunca caminarás solo"-, surgiendo entonces un perfecto maridaje entre afición y equipo que se sella a través de emotivas estrofas hechas canto que son, y serán siempre, santo y seña del club inglés, una institución que este año cumple precisamente 120 años de existencia. Sencillamente estremecedor, épico, romántico y mil veces emotivo. Un espectáculo que los sentidos audiovisuales captan con toda emoción el esplendor de la letra de un himno hecho canción, mientras que en las gradas la hinchada vestida de rojo, el color del Liverpool, enarbola al viento sus banderas y distintivos granas.
Cuando camines a través de la tormenta,
mantén la cabeza alta,
y no temas por la oscuridad;
al final de la tormenta encontrarás la luz del sol
y la dulce y plateada canción de una alondra.
y no temas por la oscuridad;
al final de la tormenta encontrarás la luz del sol
y la dulce y plateada canción de una alondra.
Sigue a través del viento,
sigue a través de la lluvia,
aunque tus sueños se rompan en pedazos.
sigue a través de la lluvia,
aunque tus sueños se rompan en pedazos.
Camina, camina, con esperanza en tu corazón,
y nunca caminarás solo,
nunca caminarás solo.
y nunca caminarás solo,
nunca caminarás solo.
Camina, camina, con esperanza en tu corazón,
y nunca caminarás solo,
nunca caminarás solo.
y nunca caminarás solo,
nunca caminarás solo.
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