Ayer hablaba de la timidez como algo que no llego a considerar como un trastorno mental o de la personalidad. Creo que esa es una opinión generalizada. Más bien lo entiendo como un desorden en la capacidad de relación con los demás.
No voy a discutir el posible origen innato de la timidez, pero desde luego estoy convencido de que en muchos casos no es el motivo principal de la timidez llamemos, para entendernos, "profunda" o "severa". Creo que el desorden innato se potencia con vivencias "negativas" que retraen el carácter del tímido, preferentemente en la niñez, aumentando el desorden en vez de disminuirlo. Dejar en ridículo a un niño, por ejemplo, en determinadas circunstancias, teniendo éste tendencia a la timidez o mostrándola de forma incipiente, puede causar más estragos de lo que pudiera parecer. Una mala experiencia en la relación con otros niños puede actuar de igual manera.
La timidez puede tratarse y mejorarse, de ahí que su carácter innato sea una causa relativa en su desarrollo, lo que sucede que pocas veces es valorada en su verdadera dimensión en la niñez por los padres o profesores, por lo que el efecto "acumulativo" de malas experiencias aumenta el desorden que, rara vez, es tratado a tiempo, y que se convierte en una respuesta del niño al miedo que le produce relacionarse o no saber hacerlo.
He leído en Wikipedia el siguiente comentario que me ha hecho reflexionar: "Timidez infantil. Tradicionalmente, la timidez, no ha sido objeto de grandes estudios sistemáticos ni ha merecido atención especial dentro de la psicología clínica. Podemos alegar diversos motivos. El principal, sin duda, es que el niño tímido suele ser una persona tranquila, callada, temerosa, que evita las interacciones sociales y que pese a que puede llamar la atención de sus padres, maestros y educadores, no suele identificarse como una persona que cause problemas y por tanto tampoco susceptible de necesitar ayuda profesional." Creo que ello es cierto, como lo es que hay problemas más importantes para acaparar la atención de la Psicología, pero no deja de ser triste que un desorden como la timidez, que podría mejorar mucho con una atención pronta y adecuada en la infancia, en muchos casos simplemente con una atención adecuada por parte de la familia, se convierta en un problema más grave para quien la padece, especialmente en la infancia. Pero como dice la cita, el niño problemático no es el que se calla y pasa desapercibido.
Dos incisos. Ojo con Wikipedia que, siendo un instrumento de gran ayuda, no es el lugar idóneo para encontrar información sobre temas muy específicos. Puede introducir en el tema, pero se ha de acudir a fuentes más profesionales. Y disculpen la terminología que uso en esta entrada, poco riguroso o profesional desde el punto de vista de la Psicología, aunque creo que así se entienden mejor las ideas que quiero mostrar.
Por Pólux.
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