¡Cómo pasa la semana! Volando.
¡Cuánta informalidad y caradura! Me dirán "qué te ha pasado". Pues lo normal, eso es lo malo, que lo que me ha pasado en lo normal que pase, que la industria, en general, no sólo no cumple con lo que se compromete y además se aprovecha del sistema de consumo y lo manipula a su antojo. Y nosotros a tragar..., pura indefensión.
Con perdón por quien es realmente formal en su profesión, que son muchos, pero le temo llamar a un fontanero, un carpintero o un albañil, porque te dejan colgado y sin avisar, como si eso fuera lo normal, o ir al médico o al abogado porque te hacen perder en esperas todo el tiempo del que dispones y más, como si el único tiempo que tuviera valor fuera el de ellos.
Estamos tan acostumbrados a la informalidad y la falta de respeto (porque la informalidad no es más que una forma de falta de respeto) que lo vemos normal Y aunque quisieras hacer algo contra ello no puedes. Estamos en una situación de indefensión. Así que a tragar.
Pues eso me pasa hoy..., a tragar con el técnico, a tragar con el del seguro, a tragar con el del envío..., tengo la garganta inflamadita toda. ¡Y que no se me ocurra protestar!, que puede ser peor. Así que aquí estoy, calladito entero y a la espera de que se dignen. Menos mal que tengo mi consuelo del alma..., que nunca me falla, pero ese es ya otro tema.
Por Pólux.
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