El carácter humano no es ni bueno ni malo. Nadie es sólo bueno o sólo malo, por más que nuestra mente tienda a conceptualizarlo así. Cuando alguien nos cae mal tendemos a ver en él los aspectos negativos y no los positivos. Cuando ese alguien nos hace daño perdemos la capacidad de comprender los actos positivos que pueda realizar.
Tenemos una curiosa tendencia a ir a los extremos para casi todo: "mi trabajo es el peor de todos", "estoy malo malo malo malo, pero malo malo de verdad", "quiero lo que tienen los demás"...
Así, nuestra mente suele ensañarse con alguien sin más razón que alguna experiencia negativa. Pero para eso está el carácter reflexivo de nuestro pensamiento, ese que usamos tan poco, para hacerle ver a la mente qué comportamiento está teniendo, si lo acepto o no, y la forma de cambiarlo si es el caso.
Por Pólux.
No hay comentarios :
Publicar un comentario