El problema el contagio del virus del ébola y los protocolos de tratamiento de los enfermos repatriados comienza a ramificarse. Parecería tratarse de un problema médico y sanitario, pero es demasiado atractivo el rédito político que puede obtenerse depurando responsabilidades a ese nivel. Y nuestros políticos, ya lo han demostrado otras veces, no van a renunciar a esos réditos.
La decisión de repatriar a enfermos a sus países de origen, transportando con ellos el virus hasta el mismo corazón del continente europeo o norteamericano, no estaba exenta de riesgo, por más que nos vendieran lo contrario. Pero cierto es también la mala prensa y las críticas que podría recibir un gobierno que niega la ayuda en su territorio a un ciudadano suyo. Sólo que aquí se valoran dos riesgos muy distintos, uno político, que podría acabar con una carrera, y otro sanitario, que podría acabar con muchas vidas. No hay comparación. Pero, ¿qué habríamos hecho nosotros si hubiéramos tenido que tomar esa decisión? Tampoco es fácil dejar tirado a nadie.
No trato de justificar ni criticar la actuación de las autoridades ni el protocolo médico. La información que tengo es la que me dan y en la forma en que me la dan , y, en parte al menos, mi criterio depende de eso. Sólo constato cómo la información que nos dan va encaminada una vez más a manipular el criterio y la opinión de la mayoría del pueblo, al estar tan mediatizada y llena de aparentes contradicciones.
Por Pólux.
No hay comentarios :
Publicar un comentario