- Paciencia, paciencia... Inspirar..., expirar...
- ¿Qué te pasa?, ¿que ya está aquí el lunes?
- No hijo, no, ojalá fuera sólo eso. Tanto quejarme del lunes y realmente hasta tendría que dar gracias porque llegue.
- Entonces, ¿qué te sucede?
- ¿Qué más da lo que me ocurra? Demasiada tontería, demasiada impertinencia... y tan poco sentido común. El otro día en un reunión con unos amigos, pellizqué a cada uno de los presentes, les miré y les dije "¡una reunión de personas normales!, me parece mentira pero agradezco que sea verdad". Me miraron algo extrañados, pero ninguno me pidió explicaciones. Me reí y se rieron conmigo. Pues eso, personas normales.
Por Pólux.
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