¿Y la psicología? Poco hablamos de ella desde hace tiempo, aunque va implícita en muchas de nuestras reflexiones.
A caballo entre el método científico y el desconocimiento de casi todos los procesos básicos de la mente, se construye un artificio que parece explicar mucho, o al menos suficientemente, acerca del comportamiento humano. Y de ahí su valía y validez, aunque limitados a su capacidad de predecir, es decir, de extraer leyes universales, que no circunscriban su eficacia sólo en el ámbito particular de cada mente, que es lo que le da a la Psicología esa componente subjetiva que le separa de la ciencia más pura.
La capacidad de predicción de la física, por ejemplo, se vuelve inalcanzable para una ciencia de cuyo objeto, la mente, tanto desconocemos. Hasta que no se defina mínimamente el objeto de la psicología, como lo es la realidad cognoscible y medible de la física, no se podrá avanzar sustancialmente en el conocimiento de ese objeto tan enigmático que somos nosotros mismos, la mente.
El objeto estudiado es el mismo que estudia su comportamiento, la mente, una circunstancia ésta que limita de alguna manera ese estudio. Pero la investigación y el tiempo harán algún día la luz que no somos por ahora capaces de ver.
El objeto estudiado es el mismo que estudia su comportamiento, la mente, una circunstancia ésta que limita de alguna manera ese estudio. Pero la investigación y el tiempo harán algún día la luz que no somos por ahora capaces de ver.
Por Pólux.
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