El "bicho" de hoy está en el lado izquierdo de la fotografía, volando al lado de la flor. También fue captado accidentalmente.
La humedad cala en cada poro de la piel de esta tierra. El persistente sudor que provoca nos une más aún a ella, nos hace sentirla. Se hace difícil dormir por la noche en la atalaya, pero como compensación a ese desvelo lucen con fuerza un desafiante cielo estrellado y el dulce rumor de las olas rompiendo en la orilla, único y envolvente sonido que desafía la noche.
Sin duda este es mi lugar, el que yo elegiría para pasar inadvertido por la vida, un sueño utópico que sólo alivia por un instante, en el que me parece ver sonreír la tierra.
Dulce aroma de mis sueños, dulce aroma es tu sonrisa.
Por Pólux.
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