A veces sentimos que somos invisibles. En las ciudades y pueblos estamos rodeados de personas que no ven a quienes tienen a su alrededor, pero que tampoco tienen ningún interés por verles.
Hay muchas personas interesantes a nuestro lado, pero parece que nos cuesta reconocerlo, o que damos por hecho que personas como nosotros no pueden aportar algo diferente o interesante.
Eso sí, mañana aparece un foráneo con las mismas aptitudes que un vecino y hará bueno el refrán "Nadie es profeta en su tierra".
Si un vecino escupe a otro lo entenderá como un agravio, pero si lo hace el foráneo será un acto de valentía. Cualquier cuadro que del pueblo pinte un vecino será una mamarrachada, de hacerlo foráneo será una obra de arte.
Por ridículo que parezca todo ello hay un fondo de verdad que no podemos negar. Y es que aún hoy sigue habiendo bastante envidia en nuestro tejido social. El caso que exponemos hoy es uno más. A nivel laboral también sucede mucho, y eso la mayoría lo podréis comprobar.
La envidia, pero la envidia que ejercemos todos, que tenemos propensión a ver la ajena y no ver la nuestra.
Pero la invisibilidad nos da también poder si sabemos sacarle provecho.
Hay muchas personas interesantes a nuestro lado, pero parece que nos cuesta reconocerlo, o que damos por hecho que personas como nosotros no pueden aportar algo diferente o interesante.
Eso sí, mañana aparece un foráneo con las mismas aptitudes que un vecino y hará bueno el refrán "Nadie es profeta en su tierra".
Si un vecino escupe a otro lo entenderá como un agravio, pero si lo hace el foráneo será un acto de valentía. Cualquier cuadro que del pueblo pinte un vecino será una mamarrachada, de hacerlo foráneo será una obra de arte.
Por ridículo que parezca todo ello hay un fondo de verdad que no podemos negar. Y es que aún hoy sigue habiendo bastante envidia en nuestro tejido social. El caso que exponemos hoy es uno más. A nivel laboral también sucede mucho, y eso la mayoría lo podréis comprobar.
La envidia, pero la envidia que ejercemos todos, que tenemos propensión a ver la ajena y no ver la nuestra.
Pero la invisibilidad nos da también poder si sabemos sacarle provecho.
Por Cástor y Pólux.
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