El día de hoy queremos dedicárselo a tantas personas anónimas que parecen llevar una vida rutinaria, que no son importantes y cuyo trabajo apenas es reconocido, que trabajan en algo que no suelen elegir ni les suele satisfacer, es decir, la gran mayoría de los trabajadores asalariados de este país.
No es fácil levantarse todas los días a las seis de la mañana, o antes, sin descanso ni interrupciones, haga sol o llueva, con o sin ganas, y sin posibilidad alguna de saltarse un sólo día. No no es fácil, y más cuando no suele gustar ese trabajo
40 horas semanales de trabajo, a veces más, sin posibilidad de cambio alguno. Una rutina que acaba "vaciando" poco a poco. Una falta de reconocimiento que en muchos casos es denigrante. Una falta de perspectivas que apaga la ilusión. Y siguen adelante. ¿Acaso no tiene eso mérito?
40 horas semanales de trabajo, a veces más, sin posibilidad de cambio alguno. Una rutina que acaba "vaciando" poco a poco. Una falta de reconocimiento que en muchos casos es denigrante. Una falta de perspectivas que apaga la ilusión. Y siguen adelante. ¿Acaso no tiene eso mérito?
Por Cástor y Pólux.
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