¡Cuán difíciles son las relaciones paterno filiales! Su naturaleza es contradictoria, sobre todo para los padres, que tienen una visión más amplia de la relación, pues ya tienen la experiencia de haber sido hijos.
Pero con mucha facilidad se convierte en una relación de poder, en la que los padres lo ejercen con mayor o menor acierto. ¡Qué difícil es ejercer ese poder! Y más cuando los hijos se sublevan. Pero lo que caracteriza ese ejercicio de poder son las consecuencias que puede llegar a tener para los hijos, sobre todos para los de edades pequeñas, tan susceptibles, maleables e influenciables. Es mucho lo que suele estar en juego.
La responsabilidad recae exclusivamente sobre los padres, primero por que son los que toman la decisión de tener un hijo, y segundo por que son lo únicos, al menos hasta cierta edad de los hijos, que pueden ejercer esa responsabilidad.
No existen instrucciones para una tarea tan difícil e importante. Y tal vez no nos demos cuenta de su transcendencia y de las consecuencias que tendrá para mucho niños para el resto de sus vidas, positiva o negativamente.
Tal vez debiéramos entenderla como la tarea más importante de nuestras vidas. Personalmente creemos que no hacerlo puede llegar a ser una temeridad.
Por Castor y Pólux.
No hay comentarios :
Publicar un comentario