GUERRA MUNDIA Z
Por Prometeo (11 de
agosto de 2013)
Las películas de zombies
pertenecen a un subgénero, dentro del género del terror, clasificado
tradicionalmente como serie B, si bien su rentabilidad en las taquillas ha ido
sofisticando poco a poco los medios empleados en su producción. “Guerra Mundial
Z” podríamos decir que es el colofón de esta tendencia, donde la producción,
los medios y el plantel de actores le alejan definitivamente de la serie B. Es
una superproducción con todos sus ingredientes.
Mucho ha llovido desde la exitosa
y pionera “La noche de los muertos vivientes” que tanto nos ha hecho disfrutar
a los amantes de este subgénero. Y me refiero a pionera en cuanto a la
concepción de los zombies y las bases que sienta esa película de la segunda
mitad de la década de los sesenta. Por supuesto que pueden encontrarse
precursores hasta en la década de los treinta, pero en su concepción moderna
tiene un gran peso esa película.
“Guerra Mundial Z” sigue los
cánones a los que nos referimos pero aporta algo nuevo. Los zombies siguen
siendo muertos que vuelven a la vida, sin raciocinio, que producen una
infestación a nivel global en la Tierra, cuyo poderío residen en su número y su
necesidad de la carne de los vivos. Pero ahora, lejos de ser unos seres lentos
y torpes (lo que en determinados momentos podía dar a los protagonistas cierto
respiro), corren como verdaderos misiles sin contemplación alguna.
Tal vez ahí esté uno de esas
pequeñas incoherencias argumentales. A veces los zombies son implacables y es
imposible escapar de ellos, pero cuando le interesa a la historia ya parece que
no corren tanto. No sé en realidad si son incoherencias argumentales o
licencias del guión a favor de la tensión de una escena, pero cuando venden “realismo”
uno pide “realismo”.
Con Marc Forster como director y Brad
Pitt como principal protagonista (con diferencia), esta película asegura el
entretenimiento y la acción, salvo, como siempre suele suceder, para aquellas
personas a las que no les gusten las películas de zombies.
Pero es sobre todo una película
de acción, con un buen ritmo (no se haga larga esta película de casi dos horas)
y unos efectos especiales a la altura de lo que ya hoy los técnicos nos tienen
acostumbrados, con breves (se agradece) momentos sentimentales tan típico del topismo
estadounidense, con un buen trabajo de los actores, incluido Brad Pitt, que
acapara todo el peso de la historia. Lo cierto, y a mi parecer, es que se trata
de una película de zombies más, que aporta alguna que otra pincelada diferente
al género, bien dirigida, bien producida y bien trabajada, lo que hace que la
valore por encima de la media.
Yo pasé un rato agradable y
distraído (que es para lo que voy al cine) y recomiendo esta película. Pero he
de ser sincero, es que a mí, el subgénero de los zombies me encanta.
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