La fuerza de voluntad es la capacidad humana para dirigir la voluntad a la consecución de un objetivo, sacrificando, si es necesario, la obtención de otros objetivos menores. Tradicionalmente supone autocontrol y capacidad de sacrificio., y ejerciéndola se es capaz casi de todo.
Tal vez sea un concepto demasiado romántico y utópico. ¿Realmente somos capaces de cambiar el mundo con nuestra voluntad? Es posible, pero no sabemos en qué medida. Desde que irrumpió en nuestras vidas la genética el conocimiento ha ido sufriendo una revolución silenciosa y continuada, y ha ido tomando cuerpo la idea de que tanto los diversos aspectos físicos como del comportamiento están determinados genéticamente. De hecho ya hay estudios solventes sobre la determinación genética de la obesidad, del tabaquismo o de la drogadicción.
La pregunta que sigue es ¿hasta dónde estamos determinados genéticamente? Nosotros creemos que el signo genética está profundamente marcado en nuestras vidas, y que la posibilidad de ejercer la voluntad viene determinada por el poco margen que nos permita la deteminación genética.
Creemos que en el fondo no somos tan dueños de nosotros mismos como en un principio parecería.
Por Cástor y Pólux.
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