Hoy le cedemos esta introducción a nuestro colaborador
Orfeo, de quien, por cierto, publicaremos una nueva canción el sábado. Pero ya
hablaremos de eso mañana. Os dejamos con Orfeo.
Cuando uno escribe, o compone o expresa algo, debe tener
la humilde convicción de que tiene algo que decir, y que la forma en que lo
hace tiene un mínimo de calidad para presentarlo. Si no es así nos estamos
engañando a nosotros mismos, ya que no tiene ningún valor, cualquiera podría
hacerlo mejor que nosotros. Cuando comparamos nuestra obra con otras tenemos un
baremo que nos indica, aunque sólo sea someramente, su calidad.
Después de analizar nuestra obra, la originalidad de
lo que expresa, la forma en que lo hace, de compararla con otras, podemos
llegar a estar satisfechos de lo que hemos creado. Entonces podremos
presentarlo.
Pero resulta frustrante compararse con los “genios”, y
llamo genios a los mejores en lo suyo, o al menos a aquéllos cuya calidad quisiéramos
tener. En mi caso, después de escuchar algunas canciones de The Beatles, Mike Oldfield, Supertram,
Pink Floyd, The Alan Parsons Proyect o The Electric Light Orchestra, por citar
a algunos “clásicos” de la música moderna, simplemente me derrumbo, y constato
con amargura mis limitaciones para componer. A pesar de ello tengo la osadía de
continuar, ¿Por qué? Por que humildemente creo que en el baremo del que antes
hablaba tengo un puesto que creo que no es el último, aunque sea una presunción
decirlo. Siempre he compuesto por diversión, y ese es un buen motivo para
hacerlo, pero no un motivo suficiente para mostrarlo.
Anoche, entre otras obras de arte, escuché la canción “Alfonsina
y el mar”, interpretada en la voz por Mercedes Sosa. La música en sí y la capacidad de
trasmitir de su voz, como el instrumento principal, me desarman y me desilusionan
en mi empeño de componer (a pesar de tener estilos tan dispares). ¡Qué maravilla! ¡Me gustaría tanto tener la capacidad
de escribir una canción con esa calidad! Escucharla me maravilla y hace gozar,
pero también me muestra mis limitaciones y me hace replantearme qué hago yo
intentando componer.
Sólo me cabe decir en mi descargo que si los responsables
de Obtentalia quieren publicar mi música allá ellos, no toda la responsabilidad
va a ser entonces mía, dicho con todo el cariño hacia ellos. A pesar de todo
espero que les guste la canción que este sábado que viene publicarán. Y gracias
por haberme dejado poder expresar estas ideas.
Por Orfeo.
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