Ayer iba por la calle buscando en el móvil el horario del tren que iba a tomar en breve. Iba por una ancha acera, interrumpida por una pequeña entrada a un aparcamiento subterráneo por la que apenas transitan automóviles, con un paso de peatones.
Mientras cruzaba el paso de peatones mirando el móvil se acercó un coche para entrar en el aparcamiento, se detuvo bruscamente ante mí, y el conductor hizo el siguiente comentario a alguien que iba sentado a su lado, en clara alusión a mi persona y en cierto tono de queja: "la gente es que ni mira para delante".
Así somos, brutos, tozudos, cegatos ..., y además seguros de que tenemos la razón. ¿Qué pretendía aquel conductor?, ¿que mirara para delante y le dejara pasar a él por el paso de peatones que me daba a mí la preferencia? Desde luego él no iba mirando para delante, pues habría visto el evidente paso de peatones y se habría parado sin queja alguna. El paso de peatones me da la preferencia esté mirando para donde sea. El problema es que aquel señor todavía no se ha enterado que en aquella entrada hay paso de peatones. Ni siquiera lo intuye a pesar de que la entrada atraviesa una gran acera.
Así somos, brutos, tozudos, cegatos ..., pero con la razón, siempre, a nuestro favor.
Por Pólux.
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