Hoy repetimos la fotografía de ayer porque nos ha gustado mucho.
También hoy le envío un tardía beso, pues ya no está aquí para recibirlo, a mi tío y padrino, hermano de mi padre, a quien siempre recordaré con cariño. La historia se va acabando, segundo a segundo, día a día ..., la historia de la que cada uno somos protagonistas.
Con el tiempo, como siempre, acaba uno entendiendo ese sentir doloroso e incómodo que tienen muchos de nuestros mayores por la Navidad. Cada vez faltan más seres queridos, es ley de vida, hasta que llega un momento, difícil desde luego, en el que son más los que no están que los que están. Eso es lo que nos espera, aunque, gracias a Dios, no es todo lo que nos espera, o al menos eso quiero creer, que no quiero ser agorero ni negativo.
Por Pólux.
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