JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Se entró en mi frente el pensamiento negro,
como un ave nictálope,
en un cuarto, de día.
—¡No sé qué hacerle para que se vaya!
Está aquí, quieto y mudo,
sin ver las aguas ni las rosas.
No sé si mirar arriba, adentro o abajo, porque lo que encuentro frente a mí es más de lo mismo, de lo mismo que yo soy quiero decir. ...
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