Hemos descubierto desde el inmenso Universo a la forma en que actúan los átomos y sus partículas, pero apenas sabemos nada del funcionamiento de nuestro cerebro.
Descubrimos leyes naturales que describen el comportamiento de la naturaleza, pero no las descubrimos para describir nuestro comportamiento psicológico.
Encontramos las causas de muchos de los hechos y sucesos que nos rodean, pero no encontramos nuestra propia causa.
Parece deducirse de todo ello una ley: nuestro conocimiento de las cosas es directamente proporcional a la distancia a la que se encuentren de nosotros, a mayor distancia, mayor conocimiento y viceversa.
Descubrimos leyes naturales que describen el comportamiento de la naturaleza, pero no las descubrimos para describir nuestro comportamiento psicológico.
Encontramos las causas de muchos de los hechos y sucesos que nos rodean, pero no encontramos nuestra propia causa.
Parece deducirse de todo ello una ley: nuestro conocimiento de las cosas es directamente proporcional a la distancia a la que se encuentren de nosotros, a mayor distancia, mayor conocimiento y viceversa.
Por Pólux.
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