
Nuestra previsión en Obtentalia era que nada encontraría fuera de lo que estuviera dispuesto a creer o aceptar. Pero también eso queríamos ponerlo a prueba. Más adelante volveremos sobre esto.
¿He aprendido o conocido algo nuevo? Pues sí, que el sentido relativo y subjetivo que creía que caracterizaba la vida es en realidad más profundo y radical de lo que mi concepción de lo relativo y subjetivo puede llegar a ser. No significa ello que crea que la vida tiene una estructura relativa y subjetiva, sino que nuestra capacidad de entender y conocer la realidad está radicalmente limitada a nuestra previa concepción del mundo, de la propia realidad.

El mundo y la realidad existen en nuestra mente, fuera de ella existe algo que no sabemos lo que es, con lo que de alguna manera concuerda el contenido de nuestra mente. Esa concordancia es una especie de sincronización subjetiva entre nuestra mente y el mundo exterior, lo que se lleva a efecto a través de los sentidos.
Estar en la atalaya me ha ayudado a buscar más profundamente, pero en lo más profundo he encontrado más de lo mismo, relativismo y subjetividad.

¿De dónde procede esa previa concepción? De nuestras creencias, de las ideas que nos han transmitido nuestros padres y educadores, de la mentalidad de cada época, de la elaboración derivada de la propia reflexión, del propio carácter que acepta con más facilidad unas ideas que otras, del entorno, de la plasticidad mental y de tantos pequeños factores que ni siquiera sabemos cuantificar...
Por Pólux.
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