Todo fluye a mi alrededor a pesar de parecer tan estático como yo mismo.
Caigo cansado y me dejo ir, me olvido y me pierdo, como alma silenciosa e incapaz.
Corro fuerte otras veces, capaz de vencer cualquier obstáculo, seguro de mí.
Es el fluir, lo contingente, el falso destino, la falsa voluntad, la falsa libertad.
No, nunca fui yo, tan sólo fluye el río que me lleva y arrastra. Unas veces me dejo llevar y me olvido y me pierdo, y otras corro a favor de la corriente y me creo capaz y seguro.
Por Pólux.
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