La determinación es parte de nosotros, como lo es la indeterminación. Somos algo concreto, pero no sabemos qué será de nosotros mañana.
La indeterminación viene caracterizada por el azar y la contingencia, que no son más que la expresión de la imposibilidad de determinar todas las variables que definen un suceso. Por ello si se duda de la indeterminación conceptual no creo que pueda dudarse de la indeterminación real, aún para quien crea en la intervención divina, pues en este caso queda salvaguardada la libertad del individuo, que sería un concepto consecuente en muchos sentidos al de indeterminación (si el hombre es libre para actuar y decidir no puede tener un destino determinado por Dios).
Es fácil perderse en este laberinto de palabras y conceptos poco claros, así que no profundizaremos sin definirlos antes, lo que dejaremos para otro día con más tiempo y algo más de seso.
Por Pólux.
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