Ya se acerca el fin de año, con sus buenos deseos y sus buenos propósitos, tópicos como otros cualquiera, aunque pueda ser bueno tenerlos, y hasta útil si somos capaces de cumplirlos. Son tópicos porque nos lo proponemos trivialmente (no suelen tener una base verdaderamente firme) y siempre en las mismas fechas (parece que lo importante es la fecha en vez del deseo o el propósito), no por otra cosa.
Cualquier día del año es bueno para recomenzar. Las fechas señaladas no son más que convencionalismos que nos ayudan a marcar pautas anuales (en este caso) que facilitan nuestra propia vida. Cada minuto de cada día es suficiente para marcar un inicio, si de verdad lo queremos. Es más, si de verdad lo queremos, cualquier minuto de cualquier día será mejor para comenzar algo que una fecha señalada, porque ésta nos marcará una pauta que tal vez no sea la más adecuada para lo que nos proponemos.
Pero lo realmente importante es conseguir lo que uno se propone, y en verdad cualquier día, señalado o no especialmente en el calendario, nos servirá para ello. Lo importante siempre será lo que seamos capaces de hacer.
Por Pólux.
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