Hoy iniciamos nuestra andadura en busca de una nueva
atalaya. Será la primera vez que la buscamos para pasar el otoño y el invierno.
La primavera y el inicio del verano la pasamos en la costa onubense, en un
lugar que conocemos y nos atrae enormemente (por eso sabemos que tarde o
temprano volveremos). El resto del verano y el inicio del otoño, hasta hoy, lo
hemos pasado en la costa alentejana de Portugal, frente al atlántico. El lugar
nos ha cautivado.
Para encontrar unas vistas paradisíacas no hace falta
coger un avión para irse al otro lado del mundo, aunque es una opción. Nosotros
preferimos poder coger nuestro coche y llegar en unas horas, a nuestro aire, a
lugares con esas vistas paradisíacas. Están más cerca de lo que podría creerse.
Y eso es una suerte.
Algún día tendríamos que hablar de la suerte, ese algo
que nada es pero al que se invoca constantemente, como si de un santo más se
tratara.
Por cierto, ¿alguien sabría decirnos de qué son las luces que aparecen en la foto de cabecera de hoy (que reproducimos nuevamente aquí)? No es tan difícil.
Por cierto, ¿alguien sabría decirnos de qué son las luces que aparecen en la foto de cabecera de hoy (que reproducimos nuevamente aquí)? No es tan difícil.
Por Cástor y Pólux.
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