Hoy nuestra foto de cabecera pretende refrescarnos un poco. No es la primera ola que mostramos, y seguro que tampoco será la última. ¿Por qué no estamos acostumbrados al calor que hace por esta tierra?
Todos los años sucede lo mismo, nos quejamos del calor a pesar de ser una constante en nuestra vida. Aunque también es cierto que por mucho repetirse hay cosas que no cambian. Y la mella que hace en nosotros el calor parece ser una de ellas.
Recordaros que ayer Orfeo inició su página "La música de Orfeo" con un nuevo tema para escuchar, en realidad un fragmento de un tema más largo. Lo tenéis en el enlace que hay en la barra izquierda a dicha página. A ver qué os parece.
Y cambiando de tercio, estos días estamos teniendo una luna muy vistosa. La hemos visto de noche y de día. A simple vista no apreciamos los rasgos del relieve de su superficie. Pero la Luna es abrupta. La diferencia de altura entre el punto más bajo de su superficie y el más alto es de más de 16 kilómetros, más marcada que en la Tierra si tenemos en cuenta la diferencia de tamaños. Además el origen de esa diferencia de altitud es distinto. En la Tierra, donde la máxima diferencia es de unos 20 kilómetros, la topografía superficial resulta de la actividad tectónica que levanta cadenas montañosas y abre fosas en el fondo del océano.
La Luna, por el contrario, tiene una envoltura estática. La corteza lunar ha permanecido rígida y fría durante, al menos, los últimos cuatro mil millones de años. El relieve topográfico lunar se debe por completo a los cráteres y a las depresiones. No es, por tanto, una coincidencia que la mayor depresión sea también el lugar de las diferencias de altitud más extremas, aunque sorprende que esta estructura tan grande y antigua conserve aún su forma original.
Tendremos que hablar sobre más temas interesantes de nuestro único satélite natural.
Por Cástor y Pólux.
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