No sé. Sigo sin saber. En realidad sé y no sé. Lo que sé es una poderosa arma, pero lo que no sé es un poderoso lastre, pues es una resistencia, la de no saber, que de forma natural intentamos superar.
Está en nuestra naturaleza no contentarnos con lo que tenemos, incluso cuando lo tenemos todo (todo lo posible).
No sé y me cuesta creer que otros digan que saben mucho, algunos que conocen incluso a Dios. ¿Cómo yo puedo conocer tan poco y otros tanto?, ¿será que en realidad no saben lo que creen que saben?
Por Pólux.
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