Hay gente que tiene la mala ... idea metida en el cuerpo. No lo pueden evitar. Todo es un problema y la convivencia con ellas es harto difícil, más bien un sufrimiento innecesario diría yo.
En el fondo de ese carácter maltrecho y lleno de rencor está alguien enfadado consigo mismo, alguien que no se acepta o no le gusta como es o la vida que tiene, no porque realmente ello sea así, sino porque aprecia más lo que tienen los demás que lo que él tiene.
Quien no se gusta ve en otros lo que le gusta. Quien está descontento con su vida ve en la vida de otros la que a él le gustaría. Pero ese carácter insatisfecho nunca encontrará lo que desea con tanto ahínco, simplemente porque tal insatisfacción es parte de su ser, y si consigue algo se fijará de nuevo en algo que él no tenga y otros sí.
Mientras sobrevive, el rencor anida en él con fuerza por el vacío que le produce lo que no tiene y sí tienen los demás, cargando contra los que le rodean, porque forman parte de esa su vida que no le gusta. Nunca se dará cuenta que lo que no le gusta es él mismo, su imposibilidad de ser feliz con lo que tiene, sea mucho o poco. Incluso le parece ridículo cómo otros se conforman con poco o con ser como son.
Pero más cierto aún que todo ello es que nadie se da por aludido de ese difícil y desatinado carácter. Nadie va a reconocer ser así entre otras cosas porque nadie se siente así. Yo mismo, al escribir esto, hablo de "aquellos" a los que les pasa, excluyéndome de ser uno de ellos.
No sé si seré uno de ellos, pero desde luego haberlos haylos, doy fe.
Por Pólux.
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