Cae la lluvia y me moja. Me gusta. Me dejo envolver por las sensaciones que me produce.
De pronto todo cambia. Sale el sol y aprieta el calor hasta volverme árido. No me quejo, ¿para qué? Mi piel seca se resquebraja y el calor sigue penetrándome. Me vacío por dentro, y cuando creo estar muerto vuelve la lluvia y me hace renacer.
Vivo y muero cada día, cada momento, cada instante, como un desafío constante a mi deseo.
Por Pólux.
No hay comentarios :
Publicar un comentario