Miro frente a mí. Estanterías repletas de libros, revistas, apuntes, manuales...
Lo que fueron descubrimientos para una mente ávida de conocimiento, se convierten con el tiempo en una herramienta para la vida. Pero pasado aún más el tiempo comienzan a transformarse en recuerdos.
Esa creación de un mundo de recuerdos, que toma fuerza poco a poco frente a la propia realidad del momento, parece algo propio de la edad avanzada. La mente, como el cuerpo, hace un recorrido natural desde el nacimiento hasta la muerte, y ya más cerca ésta, por la merma que con el paso del tiempo se produce, le es más fácil recordar que hacer el esfuerzo de seguir interpretando y conociendo la realidad.
Hoy repetimos una fotografía que pusimos hace ya tiempo. Nos parece que ilustra de una manera simbólica la entrada de hoy (la reproducimos seguidamente).
Lo que fueron descubrimientos para una mente ávida de conocimiento, se convierten con el tiempo en una herramienta para la vida. Pero pasado aún más el tiempo comienzan a transformarse en recuerdos.
Esa creación de un mundo de recuerdos, que toma fuerza poco a poco frente a la propia realidad del momento, parece algo propio de la edad avanzada. La mente, como el cuerpo, hace un recorrido natural desde el nacimiento hasta la muerte, y ya más cerca ésta, por la merma que con el paso del tiempo se produce, le es más fácil recordar que hacer el esfuerzo de seguir interpretando y conociendo la realidad.
Hoy repetimos una fotografía que pusimos hace ya tiempo. Nos parece que ilustra de una manera simbólica la entrada de hoy (la reproducimos seguidamente).
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Por Pólux.
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