La fotografía de hoy está hecha desde nuestra atalaya. Las copas de los pinos parecen entretejer un manto verde que oculta el suelo. Parece que siempre hay algo oculto que no acabamos de conocer. Hasta cada uno de nosotros mismos tenemos algo misterioso que desconocemos: nuestro origen, la emergencia del pensamiento y la consciencia...
Pudiera parecer que el desconocimiento nos produciera miedo, pero yo diría más bien que nos produce desazón. El miedo es más radical, y más radical, intuyo, que es también su causa.
Yo creo que nuestros miedos más profundos provienen de la idea de pérdida que supone la muerte. En el fondo, y a pesar de nuestras propias quejas, apreciamos la vida por ser lo único que tenemos, se sienta impuesta o no. Lo único cierto es que poseemos la vida, y la pérdida, o el saber de la inexorable pérdida, de lo único poseído, produce angustia y miedo.
El final está siempre más cerca de lo que nos gustaría, sólo hay que saber mirar para verlo.
El final está siempre más cerca de lo que nos gustaría, sólo hay que saber mirar para verlo.
Por Pólux.
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