La foto de cabecera de hoy en nuestro blog es un estrecho camino. Un camino de arena entre una vegetación de poco porte propia de la costa del sur de la península ibérica. La arena lo es de playa, pues el camino está sobre una duna ya inactiva (de ahí el poco porte de la vegetación). Bien podría ser una estampa de algún lugar de Cádiz, o de Huelva, o incluso del Algarve.
Pero queremos mostrar sólo un camino, nuestro camino, el de cada uno. A veces tortuoso, a veces agradable, pero siempre inacabado. Así es y así lo aceptamos. En ocasiones el camino es emocionante, en otras demasiado aburrido, pero no hay otra opción. No podemos elegir no caminar, pues aún creyéndonos parados la vida se encarga de mantenernos andando, pasando ella por nosotros, como una cinta transportadora. Sabemos que eso es obvio, pero como otras veces ya hemos hecho, creemos que lo obvio hay que recordarlo de vez en cuanto, pues a pesar de su elemental claridad, podemos llegar a olvidarlo. Y cuando olvidamos lo obvio, perdemos nuestro norte, nuestro camino.
Por Cástor y Pólux.
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