Mi padre solía decir que a todo el mundo le gusta el dinero. Parece una perogrullada, pero tras la simpleza de la afirmación iba toda una muestra de una forma de vida y una definición de nuestra naturaleza humana.
Creo que a todos nos gusta el dinero, pero siempre, siempre, encontrarás a alguien que le guste más que a ti, y ese es quien lo usa y lo tiene más que tú. Y es que se acaba teniendo dependencia de aquello que gusta.
Como suele decirse, mientras más tienes, más quieres, y estoy en disposición de asegurar que ese dicho no tiene más límites que el de la propia avaricia humana, es decir, ninguno.
Por Pólux.
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