¿No fue ayer todo lo bien que hubiéramos querido, o al menos no tanto como nos propusimos? No pasa nada, hoy es otro día y podemos intentarlo. Nuestro presente nos da otra oportunidad y estamos dispuestos a aprovecharla.
Sí, la realidad es tozuda, pero nosotros también. Muchas veces habremos de caernos antes de darnos por vencidos. Sea en el trabajo, en la búsqueda de la felicidad, o en cualquier otro terreno, nos romperemos la cabeza antes de dar marcha atrás. Mientras podamos dar un paso andaremos, mientras podamos usar las manos tumbaremos todos los obstáculos, mientras podamos respirar tendremos esperanza.
No sabemos si llegaremos al final, pero en el camino iniciado ya no hay vuelta atrás.
Por Cástor y Pólux.
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