Tendríamos que ser muy necios para quejarnos delante de otros de sus limitaciones adoleciendo nosotros también de ellas.
La necedad no es falta de conocimiento o de maestría en algo, no, la necedad es la incapacidad de darnos cuenta de las propias limitaciones y actuar como si no las tuviéramos cuando son evidentes. Tiene algo de atrevimiento, el que nos da el desconocimiento o la falta de consciencia sobre nuestras limitaciones.
De todo ello parece deducirse que los necios no podemos darnos cuenta de nuestra necedad, por eso precisamente somos necios, como todo aquello que acontece, que si lo hace es porque lo es.
Por Cástor y Pólux.
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